DESEO
SEXUAL. NATURALEZA Y COMPONENTES.
Bibliografía
consultada. INTRODUCCION A LA SEXOLOGIA del Dr. Manuel Novoa Noceto. Amigo y
colega.
El
cerebro es nuestro principal órgano sexual. Desde él, parte el deseo sexual o
libido o apetito sexual una vez que se produce la activación del Sistema
límbico y otras estructuras de nuestro sistema nervioso central.
En el
ser humano, el deseo sexual es en inicio, instintivo. Ya desde el nacimiento
existe el mismo.
A
través del desarrollo, ese deseo va pasando por diferentes etapas más o menos
variables según cada individuo y que finalizan en la capacidad de querer buscar
una relación sexual o ser receptivo a ellas frente a una motivación y con una finalidad erótico-placentera a
diferencia de los animales que dependen del estado de celo.
Si lo
mismo ocurriera con los seres humanos, el deseo se despertaría únicamente con
un fin reproductivo.
En la
naturaleza del deseo sexual, encontramos elementos neurofisiológicos en gran
medida, aun desconocidos para la ciencia pero donde, tanto el Sistema Límbico
como las hormonas sexuales (andrógenos principalmente), juegan un importante
rol.
Existe
además una disposición emocional que nos permite buscar o recibir el estimulo
sexual.
Este es
un factor aprendido a través de los años mediante la socialización sexual.
Por
último, tenemos los inductores de sensaciones y sentimientos sexuales que
pueden ser internos como lo son los pensamientos y fantasías o externos que el
sujeto recibe a través de sus sentidos.
El Dr.
Manuel Novoa, divide con fines puramente didácticos, al deseo sexual en No
selectivo y Selectivo en lo
que se refiere a sus componentes.
Deseo
sexual No selectivo.
En este
caso, el deseo sexual no se dirige a una persona en particular, de ahí es que
es No selectivo.
En el
deseo no selectivo hay una clara referencia a la orientación sexual y esta
puede ser heterosexual, homosexual o bisexual.
En
resumen, se desea al sexo biológico que
a esa persona le atrae sexualmente. Tanto el componente instintivo de la
sexualidad como la testosterona acá juegan un papel importante al igual que la
memoria erótica tanto positiva como negativa en relación a la satisfacción
experimentada en experiencias no selectivas previas.
Como no
tiene relación con una persona determinada, aparece antes de que dos personas
se conozcan. Esta presente desde niño y varia con la edad y los factores socioculturales
o vivenciales en materia sexual.
Deseo
sexual selectivo.
Es el
deseo dirigido hacia una persona determinada, conocida y que atrae sexualmente.
No
pesan en este caso lo instintivo o lo hormonal salvo en la medida de que se
requieran para, simplemente, estimular el deseo.
Acá, el
relacionamiento previo con esa persona determinada en lo que se refiere a la
interacción en general y no solo en lo sexual, es lo que está presente cuando
se es selectivo.
Por
ello es necesario que se halla establecido un vínculo previo y que se genere
atracción sexual.
Este
deseo sexual selectivo es la primera fase de la respuesta sexual humana.
Como
vemos por lo dicho anteriormente, no es tan simple como a veces se pretende en
la práctica clínica, el atribuir la disminución
o la pérdida del deseo sexual exclusivamente a factores hormonales.
Vemos
frecuentemente en nuestra consulta, pacientes provenientes de otros centros
sexologicos que han sido sometidos a largos y costosos tratamientos hormonales.
Nos referimos específicamente al uso indiscriminado de la testosterona. Hemos
tenido pacientes que fueron sometidos al uso de estos fármacos para el
tratamiento de la eyaculación rápida, cosa que está totalmente por fuera de
cualquier criterio medico serio y racional.
Cuando
nos encontramos frente a un paciente que nos consulta por una pérdida o
disminución del deseo sexual, luego de descartar que no sea una consecuencia
del temor al desempeño secundario a una disfunción eréctil, y que configure un
Síndrome de deficiencia androgenica con todo su complejo sindromático, tenemos
entonces sí que valorar sus niveles hormonales y de acuerdo a su resultado
tratarlo o no según el caso siempre que
no existan contraindicaciones.
Para
ello, nosotros valoramos la testosterona total y libre, la prolactina, y según
la edad del paciente, valoramos el antígeno prostático específico.
Me
interesa recalcar que el trofismo de la Próstata depende de la testosterona en
sangre, por ende si hay patología de esta glándula, no usamos testosterona.
DRES. CARLOS RUSSO Y ANDRES SALTRE.
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