Al ampliarse
los conociminetos de las afecciones que afectan al ser humano, y debido tambien
a una mayor expectativa de vida, se hace necesaria una mayor investigacion en
farmacoterapia.
Cuando una
persona ya esta medicada para tratar diferentes patologias, el asociar nuevos
farmacos puede tener efectos secundarios a veces desconocidos incluso por quien
lo indico.
Los
medicamentos tienen efectos primarios que son aquellos para lo que estan
dirijidos, efectos secundarios, en general, desagradables, contraindicaciones e
interacciones con otros farmacos, a los cuales pueden potenciar o disminuir sus
efectos.
Sucede
tambien que a lo largo del tiempo, y a consecuencia de la experiencia que se va
logrando, muchos farmacos dejan de utilizarse porque se descubre que ocasionan
males mayores.
La
sexualidad masculina, es muchas veces fragil frente a determinados grupos de
farmacos utilizados en diferentes enfermedades.
El paciente
diabetico, debe saber, con respecto a la medicacion antidiabetica tanto oral como con la
insulina, que no se ha descrito que produzcan efectos adversos sobre la
sexualidad.
Por el
contrario, el buen control metabolico producto de un concienzudo manejo de esta
medicacion, redunda en un beneficio al mantenerse cifras de glucemia adecuadas.
Vamos a
hacer referencia a grupos de farmacos de mayor difusion que puedan afectar la
sexualidad masculina.
Empezamos
por los medicamentos para bajar la presion arterial.
Si bien
algunos de ellos, como los betabloqueantes, que
en general afectan la sexualidad más que otros, al ser la funcion de los
antihipertensivos, bajar la presión, esta función se ejerce en todo nuestro
organismo, y por ende, tambien en el pene, organo que requiere de una buena
presion de llenado de sus cuerpos cavernosos.
Por ende, todos los antihipertensivos en menor o mayor grado, pueden afectar la ereccion. De todas maneras siempre va a ser preferible este efecto secundario el cual es reversible, y no la aparicion de complicaciones de una hipertension no tratada.
Entre los
farmacos para el tratamiento de los trastornos de las grasa sanguineas, los
fibratos que sobre todo se utilizan para bajar los trigliceridos, pueden
generar disfuncion erectil.
Los
antiandrogenos, usados para el tratamiento del cancer de prostata, generan trastornos
tanto del deseo como de la erección.
La gran
mayoría de los fármacos utilizados para tratar el agrandamiento de la próstata,
tienen acción negativa sobre la erección, sobre todo el Finasteride que se usa
también en algunos casos de alopecia.
En siquiatría, muchos farmacos tienen efecto sobre toda la sexualidad,
tanto en hombres como en mujeres. Las drogas que mayor influencia negativa
tienen son los antidepresivos aunque, con algunas contadas excepciones. La
trazodona, que se usa como antidepresivo, puede favorecer en algunos pacientes
la erección. El bupriopion, usado como antidepresivo y en la adicción al
tabaco, en general no tiene efectos negativos y en muchos casos lo utilizamos
para contrarrestar la obsesión de algunos pacientes en el caso de dificultad
para eyacular.
Es
importante señalar que en el caso del paciente que esta tratado por cuadros
siquiátricos, muchas veces lo es con varios fármacos a la vez por lo que los
efectos adversos se multiplican. Y señalemos también que el propio cuadro siquiatrico, aleja al paciente de cualquier eventual impulso erotico.
No existen
en la actualidad fármacos que aceleren la eyaculación, pero si, muchos que la
frenan. Este es el caso de los antidepresivos donde el efecto sobre la
eyaculación es mayor con la sertralina, la paroxetina, la fluoxetina y hoy
tenemos que hablar también de la dapoxetina, droga usada
específicamente para tratar la eyaculación precoz. Todos estos son los llamados
inhibidores de la re-captación de serotonina.
Los
antidepresivos triciclicos, más antiguos, frenan la eyaculación pero tienen
demasiados efectos secundarios por lo que gradualmente se han ido abandonando.
A modo de
resumen y a sabiendas de que es un tema muy extenso, digamos que el médico, en
su sano juicio, no puede culpar a un fármaco de los efectos secundarios que
puedan aparecer en determinado paciente. Siempre debemos considerar el contexto
en el cual, ese síntoma se presenta.
¿Es en un
paciente que toma ese fármaco solamente o varios? ¿Es un paciente con una o con varias patologías asociadas?
Conclusión,
no dejemos de ver el monte, por ver el árbol. Lamentablemente, la medicina moderna, tiene tendencia a ver solo un mondadientes.
DR. CARLOS RUSSO.
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