martes, 2 de abril de 2013

LESION MEDULAR Y SEXUALIDAD

Uno de los acontecimientos más dramáticos en la vida de cualquier individuo, es encontrarse de la noche a la mañana, con una lesión que le impida mover parte de su cuerpo.

Si bien muchas son las causas que puede generar una lesión de la médula espinal, los accidentes, principalmente de tránsito y laborales, así como las heridas por arma de fuego, con mayor frecuencia, originan esta terrible situación.

La médula espinal, es una estructura, extremadamente compleja, que se prolonga desde las primeras vértebras del cuello, hasta la primera o segunda vértebra de la columna lumbar.

La columna vertebral, formada en el ser humano, por 24 vértebras: 7 cervicales, 12 dorsales y 5 lumbares, presenta un ducto en el que se aloja la médula espinal donde se encuentra protegida de influencias externas.

No debemos confundir, médula espinal, con médula ósea. Ésta última, se encuentra en el interior de los huesos y es la encargada de formar los elementos celulares de nuestra sangre. Cuando oímos por ahí, hablar de transplante de médula, siempre se refiere a la médula ósea.

La médula espinal, está conformada por filetes nerviosos que, desde el cerebro o desde los órganos y estructuras periféricas, viajan en uno y otro sentido, llevando información y órdenes.

Por ejemplo, cuando nosotros tocamos un objeto, a través del tacto, registramos esa sensación en la punta de los dedos, ella viaja a través del sistema nervioso periférico hasta la médula espinal y desde ahí llega al cerebro donde se hace consciente.

También, cuando nosotros realizamos un movimiento, como por ejemplo, cerrar el puño, la orden para tal, se genera en nuestro cerebro, viaja por la médula espinal y llega a través del sistema nervioso periférico a los músculos que reproducen el movimiento de cerrar el puño.

¿Qué pasa, si la zona medular que esta información debe traspasar está interrumpida?

No vamos a sentir nada, en la punta de los dedos pues la información no llega al cerebro y no vamos a poder cerrar el puño pues la orden no llega a los músculos.

Esto es sólo un ejemplo extremadamente simplificado de algo que sucede como consecuencia de una lesión medular.

Es enorme la cantidad de estructuras y órganos que se ven afectados cuando la información que deben enviar o las órdenes que deben recibir desde el cerebro, no transita por la médula debido a una lesión de ésta.

Aquellos que están fuera de ésta temática, aquellos que tienen la capacidad de caminar voluntariamente en sus dos piernas, mover libremente sus brazos, bailar, hacer deportes, etc., no alcanzan a comprender como, una persona que sufrió una lesión medular pueda interesarse en la sexualidad después de todo lo que se viene por delante.

El lesionado medular, sea hombre o mujer, tiene una obsesión secreta. ¿Cómo será mi porvenir amoroso?


Interrogatorios realizados en Francia en un centro especializado, en el año 1971 citado por T.M. Coles y Col, dicen que al 100% de los hombres con lesión medular, les aflige más la pérdida de sus funciones sexuales que la pérdida de movimientos en sus piernas.

¿Por qué dijimos, obsesión secreta?

Cuando se interroga al paciente lesionado medular, se dan muchos rodeos tanto por parte del paciente como por parte del profesional de la salud, en lo que refiere al tema de la sexualidad. El paciente, porque teme ser considerado un sexópata; el profesional, porque no sabe que, ni como preguntar.

Desgraciadamente, esto lleva a que, quien sufrió este terrible drama, se quede totalmente desamparado a la hora de querer saber sobre su futuro sexual.

Lamentablemente, en nuestro país, el médico, no está formado para conocer la sexualidad humana normal. Que dejamos entonces, para la sexualidad alterada por distintas causas.

En forma por demás esquemática, trataré de esbozar que es lo que pasa cuando se produce una lesión de la médula espinal.

Los trastornos secundarios, dependen de la altura de la lesión.

Si se produce en la región cervical, genera una parálisis, de los cuatro miembros, y del tronco, lo único que el paciente puede mover es del cuello hacia arriba.

Si se produce en la región media de la columna dorsal, se paralizan los miembros inferiores y el tronco desde el pecho.

Si se produce en la región dorso-lumbar, la parálisis toma los miembros inferiores desde el inicio de los muslos.

 ¿Qué pasa en el sexo masculino?
Si la lesión es considerada alta, esto es, respetando los centros sexuales dorso-lumbares y sacros, tenemos:
- Una erección refleja (generada por el contacto directo con el pene). Se genera de forma involuntaria. Es una erección de buena calidad aunque persiste mientras persista el estímulo.
- La respuesta sexual coital (con penetración) es posible pero el pene pierde rigidez y tumescencia en forma más o menos rápida luego de penetrar.
- La eyaculación no es previsible. Se puede producir pero puede ser difícil obtenerla.
- El orgasmo, por lo general, no se siente. En las lesiones por encima del nivel D6, el orgasmo se puede acompañar de una serie de síntomas neurovegetativos que el paciente deberá conocer. La fuerza de expulsión del semen es igual a la de un hombre sano.
- El período refractario (período que aparece luego de la fase de resolución de la respuesta sexual), se hace bastante más prolongado. Ello lleva a que una nueva erección y eyaculación, requiere varias horas o días para producirse.

Si la lesión es considerada intermedia, en lo que a la altura se refiere, significa que pueden comprometerse los centros sexuales dorso-lumbares permaneciendo sanos los centros sacros, entonces tendremos que:

- La erección seguirá siendo posible en forma refleja con características
similares a las que vimos anteriormente.
- La eyaculación es, o muy difícil de lograr, o totalmente imposible.
- Si el orgasmo se produce, no se hace consciente.

Si la lesión es considerada baja, se pueden dar dos circunstancias:
1) cuando el centro sexual sacro está sano, tenemos que:
- La erección puede tener dos orígenes, refleja y psicológica.
Es una erección de menor calidad que la puramente refleja.
- Las relaciones sexuales son posibles en el 45 al 50 % de los casos.
- La eyaculación es posible.
- El orgasmo, genera una sensación escasamente similar a la normal y que
muchas veces se traduce en un dolor en la cara interna de los muslos.
2) cuando el centro sacro está lesionado, tenemos que:
- La erección puede ser solo psicológica, de mala calidad siendo
apenas, una turgencia.
- La eyaculación es muy débil, como un corrimiento de semen.
- El orgasmo también es sumamente débil.

De todo lo anterior surge que cuanto más baja sea la lesión, peor es la sexualidad que se puede desarrollar.

¿Que pasa en el sexo femenino?

Al igual que en el varón, las manifestaciones clínicas de la respuesta sexual, dependen de la altura lesional.
Si la lesión es completa y localizada por encima de nivel dorsal 11, la actividad refleja de los segmentos sacros está presente.
- Los estímulos sobre los genitales a través de esa vía refleja, genera
tumescencia del clítoris y labios de la vulva así como lubricación vaginal.
- No existe la lubricación vaginal de origen psicogénico.
- Al igual que en el varón, si la lesión medular se encuentra por encima de la
sexta dorsal, se puede generar el fenómeno neurovegetativo del que
hablamos anteriormente.
- Se pierden las sensaciones provenientes de la vulva y vagina.
Si la lesión afecta los centros sacros:
- Se pierde el arco reflejo correspondiente, lo que ocasiona una
pérdida de la tumescencia clitoridea, de labios vulvares y de la lubricación.
- Pueden mantenerse los mecanismos psicogénicos.
- Las relaciones sexuales se pueden ver dificultadas por las contracciones
de los músculos adductores de muslos, lo que lleva a apretar los miembros
inferiores en forma involuntaria.
- También se pueden generar contracciones intensas y permanentes de
músculos del piso pelviano lo que genera el cierre de la vagina.

Estos ejemplos que hemos dado, corresponden a lesiones completas, esto es, total interrupción medular, pero, no siempre sucede esto, ya que en ocasiones, la lesión puede ser parcial y permite que cierto tipo de información, viaje en uno u otro sentido.
Ello lleva a que parte de la sensación que se genera durante una relación sexual, se perciba a nivel consciente.

El tratamiento de la sexualidad afectada en la lesión medular exige la combinación de técnicas sexológicas y la utilización de fármacos específicos.

DRES. CARLOS RUSSO Y ANDRES SALTRE.

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